En un proceso de diseño y ejecución integrales de un proyecto, los miembros del equipo definen conjuntamente los resultados deseados y colaboran a fin de establecer metas comunes de desempeño, las cuales han de reflejar el carácter integrado y el potencial evolutivo del proyecto. Dicho de otro modo, aun si los objetivos convencionales son diferentes para cada integrante de un equipo, los objetivos integrales son comunes y se centran en el proyecto.
Una forma de impulsar el proceso de definición de metas y objetivos es mediante la “dinámica de la piedra angular” (touchstone exercise) descrita en The Integrative Design Guide to Green Building [Guía de diseño integrador para la edificación sustentable] (7group y Bill Reed, 2009). Cada integrante del equipo responde a la misma pregunta: ¿cuáles son los temas clave que debe abordar este proyecto?; luego se discuten los temas propuestos y se les clasifica por orden de importancia, para finalmente seleccionar los que se adoptarán para el proyecto, sea por consenso o por votación. La secuencia es como sigue:
Los resultados de la “dinámica de la piedra angular” pueden utilizarse para establecer el orden de prioridad de las metas de desempeño, y también como base para elaborar un documento en el que se enuncien las exigencias del propietario del proyecto por lo que respecta a requisitos funcionales del proyecto y expectativas en cuanto a la manera en que se usará y operará el inmueble una vez terminado. Tales metas y requisitos servirán, a su vez, para redactar un documento en el que se enuncien los principios básicos del diseño y se describa, en términos generales, cómo se lograrán los objetivos del proyecto. Asimismo, las metas y objetivos establecidos pueden documentarse en los estatutos del equipo de proyecto, en las condiciones de satisfacción, o bien en convenios en torno a los objetivos del proyecto.
 
 
Estudio de caso: Edificio federal Edith Green-Wendell Wyatt