En balance Volumen 16

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2 Análisis especial: transferencias fuera de sitio para disposición final en América del Norte, 2014-2018

2.4 Análisis de transferencias fuera de sitio para disposición final, 2014-2018

2.4.4 Transferencias para disposición final en México

Las transferencias para disposición final registradas por las plantas mexicanas para el periodo 2014-2018 oscilaron entre poco más de 3.2 millones de kg en 2014 a casi 16.5 millones de kg en 2018 (véase el cuadro 13) y representaron aproximadamente 160 sectores industriales y 35 contaminantes.

La figura 18 muestra los principales sectores industriales y contaminantes en cuanto a transferencias para disposición final en México, en 2018. Revela que las transferencias para almacenamiento previo a la disposición final representaron más de 50% del total de ese año, seguidas de las transferencias para “otro tipo de disposición final (desconocida)”. También se transfirieron proporciones relativamente pequeñas de residuos para tratamiento o estabilización previo a su eliminación. Se recuerda al lector que únicamente tres de las seis prácticas de disposición final fuera de sitio analizadas en este informe están cubiertas por el RETC mexicano.

Figura 18. Transferencias para disposición final en México por sector, contaminante y categoría de disposición final, 2018

En conjunto, tres sectores dieron cuenta en 2018 de alrededor de 15 millones de kg de transferencias para disposición final (94% del total ese año): minería de oro y plata; fabricación de acumuladores y pilas [baterías], y manejo de residuos. Ahora bien, las figuras 19a y 19b, que muestran cómo cambiaron las transferencias para disposición final en México entre 2014 y 2018 en cuanto a sectores y contaminantes transferidos, revelan datos que distan mucho de ser uniformes.

Figura 19a. Transferencias para disposición final en México: principales sectores, 2014-2018

Figura 19b. Transferencias para disposición final en México: principales contaminantes, 2014-2018

Entre los contaminantes que se muestran en la figura 19b se encuentran algunos que empezaron a estar sujetos a registro en México a partir de 2014, incluidos compuestos de cobre, tolueno, xilenos y azida de sodio. Como se muestra en el cuadro 24, 13 de estas “nuevas sustancias” fueron transferidas para disposición final por instalaciones mexicanas entre 2014 y 2018.

Cuadro 24. Transferencias para disposición final de nuevas sustancias sujetas a registro en el RETC, 2014-2018

Aproximadamente 20 sectores industriales y un total de 35 instalaciones registraron transferencias para disposición final de estos nuevos contaminantes, en cantidades que oscilan entre 120,000 y casi 600,000 kilogramos cada año.[59]

Los tres sectores que se muestran en el cuadro 25 declararon entre 2014 y 2018 datos que guardan bastante coherencia entre sí; en conjunto, estos sectores dieron cuenta de entre 47 y 79 por ciento de las transferencias anuales para disposición final en México. El aumento registrado durante este periodo fue impulsado por el sector de minería de oro y plata (SCIAN 21222).

Cuadro 25. Principales sectores en cuanto a transferencias para disposición final en México, 2014-2018

El cuadro 26 presenta las diez instalaciones con registros de volúmenes más elevados de transferencias para disposición final del sector de minería de oro y plata. Sus residuos (principalmente compuestos de plomo, níquel, cobre, plata y mercurio, así como cianuros) fueron transferidos a “otro tipo de disposición final (desconocida)” o a almacenamiento previo a la eliminación.

Cuadro 26. Transferencias para disposición final registradas por los principales establecimientos del sector de minería de oro y plata (SCIAN 21222) en México, 2014-2018

Una de dichas instalaciones, First Majestic Plata, ubicada en el estado de Durango, transfirió grandes cantidades de compuestos de plomo para otro tipo de disposición final a partir de 2016. Esta empresa de propiedad canadiense ha ampliado sus operaciones en México en los últimos años. Su planta hermana, First Majestic del Toro, en Zacatecas, también transfirió 4.3 millones de kg de compuestos de plomo a otro tipo de disposición final en 2018. Asimismo, la mina de oro Molimentales del Noroeste, localizada en Sonora, registró transferencias de cianuro para almacenamiento previo a su disposición por 4.8 millones de kg en 2018, lo que significa un muy considerable aumento con respecto a años anteriores. Los lectores recordarán lo explicado en el apartado 2.3.1: que, en México, los residuos pueden almacenarse solamente por un máximo de seis meses.

Si bien las transferencias fuera de sitio para disposición final representaron casi 100% del total declarado por las minas mexicanas de oro y plata, sus contrapartes canadienses y estadounidenses eliminaron aproximadamente 99% de sus residuos —en forma de relaves (partículas finamente molidas que pueden contener productos químicos de proceso como el cianuro), roca residual y escombro o mineral gastado resultante de la lixiviación en pilas o escombreras— en rellenos sanitarios o embalses superficiales en sitio. Como se explica en En balance, volumen 15, en el programa RETC de México, la eliminación o disposición de residuos del sector minero se considera como transferencia fuera de sitio, lo que explica en gran medida la diferencia sustancial entre las emisiones y transferencias totales registradas por las minas de oro y plata en México y las de los otros dos países:[60]

En México, las actividades mineras (desde la exploración hasta el beneficio) están reguladas en términos de la Ley de Minería, bajo la jurisdicción de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía y con la Semarnat involucrada en la aplicación de ciertas normas ambientales establecidas en las llamadas normas oficiales mexicanas (NOM). Esta separación de autoridad dificulta la tarea de determinar con precisión la naturaleza y escala (magnitud) de los residuos mineros depositados en el lugar (in situ) y fuera de sitio. Dado que la mayoría de los impactos ambientales difíciles de mitigar de las actividades mineras se relacionan con años de acumulación de residuos, contar con datos anuales sobre los tipos y cantidades de sustancias depositadas y contenidas en las áreas de eliminación o disposición final resulta fundamental para un adecuado manejo de riesgos en caso de accidente, y también para comunicar esta información a las comunidades potencialmente afectadas.[61]

Antes de 2016, las industrias de metales no ferrosos [excepto aluminio] (SCIAN 3314) conformaban el sector predominante en México en cuanto a transferencias para disposición final.[62] De aproximadamente 30 establecimientos de este sector que declararon al RETC entre 2014 y 2018, cinco dieron cuenta en conjunto de la mayor parte de dichas transferencias (véase el cuadro 27), habiendo registrado grandes cantidades de compuestos de plomo y arsénico, junto con proporciones mucho más pequeñas de compuestos de mercurio, cadmio y cromo, al igual que asbesto, principalmente como transferencias para almacenamiento previo a su eliminación.

Cuadro 27. Transferencias para disposición final por los principales establecimientos del sector de las industrias de metales no ferrosos (SCIAN 3314) en México, 2014-2018

El sector de recubrimientos y terminados metálicos (SCIAN 33281) ocupó el tercer lugar en México en transferencias para disposición final, aun con cantidades que se redujeron a casi la mitad: de 210,974 kg en 2014 a 104,299 kg en 2018. Cerca de 50 instalaciones declararon al RETC durante este periodo, pero las que registraron las mayores cantidades en 2018 no fueron las mismas que en 2014, como se muestra en el cuadro 28.

Cuadro 28. Transferencias para disposición final por los principales establecimientos del sector de recubrimientos y terminados metálicos (SCIAN 33281) en México, 2014-2018

Varias de estas instalaciones operan dentro de la industria maquiladora, brindando servicios como cromado, galvanizado, pulido y pintura de partes de vehículos, entre otros. Las transferencias que registraron corresponden sobre todo a compuestos de cromo y níquel (que, en conjunto, representaron más de 90% de los totales anuales), así como cianuro, estireno y compuestos de cadmio y plomo. Algunos de estos contaminantes también fueron transferidos fuera de sitio para reciclaje. Cabe observar que los datos de este sector en Canadá y Estados Unidos muestran transferencias para disposición final de aproximadamente 40 contaminantes cada año; sin embargo, los principales contaminantes registrados en esos países (compuestos de zinc y ácido nítrico y compuestos nitrados) no están sujetos a registro en México.[63]

El cuadro 29 presenta las transferencias para almacenamiento previo a la disposición final registradas por las principales instalaciones del sector de manejo de residuos (SCIAN 562) en México. Las cinco instalaciones que dieron cuenta de casi la totalidad de estas transferencias declararon entre dos y ocho contaminantes cada año, siendo los compuestos de plomo y cromo, así como la azida de sodio, las sustancias con mayores volúmenes registrados. Sin embargo, estos datos también reflejan ciertos errores de registro en cuanto a los códigos de sectores industriales. Por ejemplo, el sitio web de Fundametz México indica que pertenece al sector de las industrias de metales no ferrosos (SCIAN 3314) y, de hecho, en 2017 esta planta registró bajo dicho código transferencias por poco más de 540,000 kg para almacenamiento previo a su disposición final. De manera similar, si bien el sitio web de la planta Recicladora Industrial de Acumuladores (Riasa) indica que, en efecto, se trata de una empresa de “remediación y otros servicios de manejo de residuos”, entre 2014 y 2017 esta planta registró sus transferencias para almacenamiento previo a la disposición final bajo el código correspondiente a las industrias de metales no ferrosos (SCIAN 3314) (véase el cuadro 27).

Cuadro 29. Transferencias para almacenamiento previo a la disposición final por los principales establecimientos del sector de manejo de residuos (SCIAN 562) en México, 2014-2018

Los errores en los códigos SCIAN registrados por las plantas (o en algunos casos, asignados por el programa RETC correspondiente) y otras incoherencias o inexactitudes en los datos pueden tener un impacto significativo en nuestra capacidad para conocer las emisiones y transferencias generadas por las actividades industriales en la región. Estas cuestiones y problemática están siendo abordadas a través de un esfuerzo concertado, que entraña la colaboración de la CCA y los tres programas RETC nacionales, con el propósito de mejorar la calidad y la comparabilidad de los datos RETC de América del Norte.

[59] Con excepción de 2017, cuando una fábrica de fertilizantes ubicada en Jalisco —Cuprosa, planta Tlajomulco de Zúñiga— registró transferencias por más de 4.4 millones de kg de compuestos de cobre para estabilización o tratamiento previo a la disposición final. Cabe mencionar que el cobre se utiliza en la fabricación de fertilizantes y es un micronutriente esencial para la actividad vegetal, por su función en la producción de clorofila y semillas. Véase: University of Minnesota Extension (2018), “Copper for crop production” [Cobre para la producción agrícola].

[60] Otro factor que incide en las diferencias en los datos regionales observadas para este sector es el hecho de que los compuestos de manganeso, vanadio y zinc no están sujetos a registro en México (excepto por un compuesto de zinc).

[61] Véase: CCA (2018), En balance: emisiones y transferencias de contaminantes en América del Norte; registros de la industria minera, volumen 15.

[62] En el cuadro 27 se combinan los datos para tres sectores relacionados (SCIAN 33141, 33142, 33149) debido a que algunas instalaciones declararon emisiones y transferencias con los tres códigos.

[63] Se recuerda a los lectores que en México solamente un compuesto de zinc está sujeto a registro.

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