Conversión de residuos sólidos municipales en biocarbón en América del Norte
Organización: The Climate Foundation
País: Estados Unidos
Otras organizaciones que participan:
Gates Foundation, Stanford University, municipalidad de Palo Alto, California, Estados Unidos
Antecedentes
En América del Norte hay una gran necesidad de reciclar los residuos sólidos municipales de manera sustentable para la agricultura local, a fin de evitar que las corrientes y estuarios reciban descargas con concentraciones excesivas de macronutrientes. En la actualidad el ciclo del fosfato se ha roto en la mayoría de los cuerpos de agua; el fosfato de Florida y otras partes se extrae de manera no sustentable con el fin de producir fertilizantes para su uso en dosis elevadas en toda la región.
Estos fertilizantes son arrastrados a las corrientes y cuencas hídricas y terminan en los ríos, lagos y estuarios, donde las concentraciones de nutrientes producen zonas marinas muertas, con bajos grados de oxígeno debido a la eutrofización. Restaurar el ciclo del fosfato es fundamental para las prácticas sustentables.
Metas
El objetivo del proyecto es diseñar y producir un pirolizador de biohíbridos capaz de procesar hasta dos toneladas al día de desechos de biosólidos y biomasa, a efecto de convertirlos en biocarbón seguro y saludable para su uso en la agricultura. Este biocarbón puede, a su vez, reducir el uso de agua y fertilizantes petroquímicos y disminuir drásticamente las escorrentías a las cuencas hídricas de América del Norte.
Actividades principales
La Climate Foundation desarrollará un pirolizador con contenedor de carga ISO capaz de procesar hasta dos toneladas métricas diarias de residuos “ecológicos” de biosólidos y biomasa y convertirlas en biocarbón. Este sistema se puede probar en Palo Alto, California, y producirse luego a la medida de los requisitos de comunidades en toda América del Norte.
Resultados
El pirolizador biohíbrido de la Climate Foundation restaura el ciclo de nutrientes de modo sustentable, de manera que más nutrientes permanecen en las comunidades locales, con lo que éstas se enriquecen gracias al aumento en la productividad agrícola, se crean nuevos empleos y se reducen las escorrentías de comunidades en toda América del Norte.