Traza informe la sustentabilidad como destino para el transporte de carga en América del Norte
El Secretariado de la comisión ambiental del TLCAN pone rumbo hacia un futuro de emisiones bajas, gran prosperidad y seguro en materia de energía
Washington, a 31 de marzo de 2011. La cooperación transfronteriza con miras a mejorar el desempeño ambiental del sistema de transporte de carga de América del Norte es una necesidad urgente, no sólo para lograr una mayor sustentabilidad, sino para salvaguardar la competitividad económica regional, destaca un nuevo informe del Secretariado de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA).
Con el título Un solo destino: la sustentabilidad. Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el transporte de carga en América del Norte, este informe “es una suerte de ‘mapa de ruta’ hacia la sustentabilidad y también hacia la prosperidad”, afirmó el presidente del Grupo Asesor de la CCA, Bruce Agnew. “Resulta que, dentro del sector del transporte de carga, las mejores políticas e inversiones para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte de carga son también algunas de las medidas más eficaces para impulsar mejoras en cuanto a eficiencia y competitividad.”
El Secretariado de la CCA —la comisión trinacional establecida como parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte— analiza temas ambientales en relación con el comercio en la región y hace recomendaciones ocasionales a los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México a través del Consejo de la CCA, integrado por las autoridades ambientales con rango de secretaría de Estado (o su equivalente) de los tres países.
El informe más reciente del Secretariado de la CCA analiza la red subcontinental de transporte de carga, componente clave del sector transporte, el cual ocupa el segundo lugar como fuente de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en América del Norte, después de la generación de electricidad. El análisis se centra en el transporte por carretera y ferroviario, y concluye que si bien se anticipa que las emisiones generadas por vehículos de carga ligera disminuirán en alrededor de un 12 por ciento para 2030, se proyecta que las emisiones generadas por camiones de gran tonelaje registren un aumento del orden de 20 por ciento. El informe también contempla la eficacia (e ineficiencias) del sistema actual, así como las agresivas inversiones de otros bloques comerciales en infraestructura nueva y en transporte con emisiones de carbono más bajas, las cuales podrían estar superando las iniciativas de América del Norte.
“Reducir el impacto ambiental del transporte de carga frente a niveles cada vez mayores de comercio y crecimiento económico en América del Norte exige mucho más que un avance continuo en términos de ahorros de combustible y tecnología de transporte”, señaló el director ejecutivo de la CCA, Evan Lloyd. “Este informe insta a nuestros tres gobiernos a adoptar la visión de un sistema de transporte de carga integrado e inteligente para América del Norte.”
“Sin una visión tal, y las inversiones transformativas que conlleva, las emisiones de GEI generadas por el transporte de carga seguirán aumentando y los países del TLCAN correrán el riesgo de perder su ventaja competitiva”, afirmó Lloyd. “El informe, sin embargo, identifica oportunidades claras para hacer esto bien, sobre todo a la luz de estímulos relacionados con la inversión en infraestructura.”
Preparado con la orientación de un grupo asesor conformado por interesados de los sectores industrial, académico, ambiental y gubernamental de los tres países, Un solo destino: la sustentabilidad plantea seis recomendaciones:
1. Coordinación y creación de redes. Los miembros del TLCAN deben contemplar la formación, en nivel ministerial, de un Foro de Transporte de América del Norte que trabajará en cooperación con un grupo conformado por representantes de la industria, expertos y partes interesadas para fomentar un sistema integrado e inteligente de transporte de carga, un conjunto más uniforme y eficiente de vínculos que acerquen aún más —desde un punto de vista funcional— a los tres países.
2. Estrategias para la tarificación del carbono y la eficiencia del sistema. Canadá, Estados Unidos y México deben contemplar la fijación de un precio para el carbono, a fin dar a todo mundo una clara señal de que se debe invertir en la eficiencia y en alternativas de combustibles bajos en carbono.
3. Inversiones para mejorar la eficiencia del sistema de transporte de carga y promover tecnologías avanzadas. Los tres países deben reinvertir en el sistema de transporte en sí: en la infraestructura carretera, ferroviaria y de vías navegables que, en muchos lugares, se encuentra congestionada y en deterioro. Los países han de otorgar incentivos significativos para tecnologías avanzadas que ahorren combustible, así como a la adopción de sistemas de transporte inteligentes.
4. Gestión de la cadena de abasto. Las dependencias de transporte, y las empresas con operaciones nacionales e internacionales transfronterizas, podrían disminuir costos y emisiones de GEI si manejasen con mayor eficiencia el sistema de transporte. Por ejemplo, las emisiones disminuyen (y las utilidades aumentan) si menos camiones de transporte de larga distancia regresan vacíos o recorren rutas mejor cubiertas por ferrocarriles, los cuales son más eficientes en cuanto a emisiones de carbono.
5. Capacitación de conductores ecológicos. Cada instancia puede mejorar la capacitación de los conductores y dotarlos de equipo, a efecto de que optimicen su desempeño ambiental y económico conduciendo en formas que logren la mayor eficiencia de combustible.
6. Recopilación e intercambio de datos. Las dependencias de transporte, medio ambiente y estadística en los tres países deben trabajar por medio del Intercambio sobre Estadísticas de Transporte de América del Norte (Intercambio ETAN) para mejorar la calidad y la comparabilidad de datos sobre el transporte de carga —lo que incluye la medición de impactos ambientales— con miras a su optimización como sistema regional.
La Comisión para la Cooperación Ambiental fue creada en 1994 por Canadá, Estados Unidos y México como parte del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, convenio paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La misión de la CCA es facilitar la colaboración entre las Partes y la ciudadanía para asegurar que el libre comercio en América del Norte se realice de forma que se proteja y conserve el medio ambiente para las generaciones futuras.
El presidente del Grupo Asesor de la Iniciativa del Artículo 13 sobre Sustentabilidad del Transporte de Carga en América del Norte, Bruce Agnew, es director ejecutivo del Corredor de Comercio Cascadia (Cascadia Trade Corridor), el cual promueve un sistema de transporte equilibrado, ininterrumpido y ampliado entre Washington, Oregón y Columbia Británica, mediante alianzas público-privadas y financiamiento innovador. La lista completa de los integrantes del Grupo Asesor está disponible en línea.
Acerca de la CCA
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) es una organización intergubernamental establecida en 1994 por Canadá, Estados Unidos y México en virtud del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), convenio paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia de medio ambiente. A partir de 2020, con arreglo al nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), la CCA se rige por el también nuevo Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA), que la reconoce y establece los términos para continuar su funcionamiento. La CCA reúne a una amplia diversidad de interesados —incluidos el público en general, comunidades indígenas, jóvenes, organizaciones no gubernamentales, académicos y empresarios— en busca de soluciones para proteger el medio ambiente compartido de América del Norte y, al mismo tiempo, fomentar un desarrollo sustentable en la región en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
La CCA está regida y financiada a partes iguales por los gobiernos de: Canadá, a través del ministerio federal de Medio Ambiente y Cambio Climático (Environment and Climate Change Canada, ECCC); los Estados Unidos de América, por medio de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA), y los Estados Unidos Mexicanos, mediante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).