Oaxaca, sede de dos foros internacionales sobre gestión de los recursos de agua dulce para hacer frente los desafíos ambientales derivados del cambio climático
Oaxaca de Juárez, México, 5 de diciembre de 2023. La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) recién celebró, del 27 al 29 de noviembre de 2023, en la ciudad de Oaxaca, México, un foro indígena trinacional y un foro público de su Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC) en torno a estrategias indígenas para la gestión y conservación de los recursos de agua dulce en comunidades de América del Norte.
En el marco de ambos eventos, el Grupo de Especialistas en Conocimiento Ecológico Tradicional (GECET) y el CCPC invitaron a todos los grupos y personas con interés en participar en discusiones sobre los desafíos ambientales que enfrentamos hoy en día en materia de recursos hídricos, como resultado del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Estos tres factores ejercen un enorme impacto en todos los sectores de nuestra sociedad; sin embargo, los pueblos indígenas y las comunidades locales, al igual que las poblaciones marginadas y vulnerables, experimentan sus efectos con mucha mayor severidad.
Este evento tuvo como objetivo explorar el papel vital del conocimiento ecológico tradicional (CET), las prácticas indígenas de resguardo ambiental y la intersección con los derechos de las comunidades originarias en lo relativo al manejo del recurso hídrico en Canadá, Estados Unidos y México. Entre los puntos más destacados del encuentro figura el creciente consenso en América del Norte de que el conocimiento ecológico tradicional (CET) y los sistemas de conocimiento indígena, transmitidos de generación en generación, expresan valores y habilidades que han sido fundamentales para los pueblos indígenas desde tiempos inmemoriales. Estos saberes están inevitablemente vinculados a los derechos, los idiomas y las culturas indígenas, así como a las cosmogonías o visiones cosmológicas de las que surgen las innovaciones necesarias para mantener relaciones sólidas y duraderas con el territorio y vivir en armonía con la naturaleza. Toda la vida es sagrada: pasada, presente y futura.
Resulta esencial incluir, de manera continua y mejorada, el uso del CET en los regímenes actuales de gestión del agua dulce, asegurando la identificación oportuna de las principales áreas de preocupación y de entornos vulnerables que requieren atención inmediata. La exitosa integración del CET en la gestión de los recursos de agua dulce requiere del consentimiento y la asociación plena y activa de los pueblos indígenas, lo que inherentemente entraña la participación directa, no sólo de los poseedores del conocimiento, sino también de los jóvenes de sus comunidades. El CET establece que cualquier enfoque para la gestión del agua dulce debe enmarcarse en un contexto de cuidado y amor, a fin de garantizar que las generaciones futuras hereden un medio ambiente saludable y, con ello, contribuir al bienestar de toda la humanidad.
Este fue el primer foro trinacional de la CCA liderado por representantes de pueblos y comunidades indígenas de Canadá, Estados Unidos y México.
La presentación de casos de éxito permitió identificar diversas “pistas” o claves a considerar en relación con la gestión responsable de cuencas hídricas. Destacan:
- el reconocimiento de las comunidades indígenas en las legislaciones nacionales;
- la divulgación de experiencias exitosas de los tres países, en colaboración con universidades e instituciones educativas, y
- la difusión de prácticas para el manejo sustentable de cuencas, bosques, sistemas agroforestales, etc., entre una multitud de actores y grupos de la sociedad civil, incluidas la niñez y la juventud.
Se hizo especial hincapié en la necesidad de un enfoque holístico, integrado y sistémico que tome en cuenta la relación entre el agua, el suelo, la biodiversidad, el aire, las personas y las comunidades, y que impulse una visión de cuenca en la formulación e implementación de programas, proyectos y acciones.
Las iniciativas impulsadas por las propias comunidades son fundamentales para fomentar prácticas sustentables de gestión del agua, y contribuir a la restauración de la biodiversidad y del medio ambiente. Una forma de maximizar los impactos de este tipo de iniciativas consiste en procurar la participación de los sectores gubernamental, privado, industrial y académico. Los gobiernos pueden apoyar tales iniciativas de base comunitaria mediante la formulación de ajustes pertinentes en sus programas y políticas, facilitando el acceso a financiamiento y reconociendo tanto los sistemas de conocimiento tradicional como el derecho a la autodeterminación de las comunidades. La inversión por parte del sector privado puede ayudar a atender necesidades y lograr metas, aportando beneficios de largo plazo y aumentando los recursos disponibles para la implementación de los proyectos.
Acerca de la CCA
La Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) es una organización intergubernamental establecida en 1994 por Canadá, Estados Unidos y México en virtud del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), convenio paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en materia de medio ambiente. A partir de 2020, con arreglo al nuevo Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), la CCA se rige por el también nuevo Acuerdo de Cooperación Ambiental (ACA), que la reconoce y establece los términos para continuar su funcionamiento. La CCA reúne a una amplia diversidad de interesados —incluidos el público en general, comunidades indígenas, jóvenes, organizaciones no gubernamentales, académicos y empresarios— en busca de soluciones para proteger el medio ambiente compartido de América del Norte y, al mismo tiempo, fomentar un desarrollo sustentable en la región en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
La CCA está regida y financiada a partes iguales por los gobiernos de: Canadá, a través del ministerio federal de Medio Ambiente y Cambio Climático (Environment and Climate Change Canada, ECCC); los Estados Unidos de América, por medio de la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA), y los Estados Unidos Mexicanos, mediante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).